miércoles, 6 de febrero de 2013

Cierro los ojos para volverte a ver

Repaso una a una tus palabras, mis respuestas, tus sonrisas.
Recuerdo tu mirada sobre mi piel y el olor de tus sábanas.
Pienso en la incertidumbre de los días anteriores y en cómo se presentaron los hechos.
Lo agradable de sentirse libre y de saber disfrutar al mismo tiempo de un beso tan imaginado como deseado.
Perder la compostura, recuperándola al día siguiente, sabiendo dónde están los límites, pero sabiendo
también cuando podemos saltárnoslos alegremente sin que las consecuencias sean más que momentáneas.
Jugando a los encuentros insidiosos y a los movimientos inesperados. Así es como debe ser, ni más ni menos.