miércoles, 25 de junio de 2014

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“Y debo decir que confío plenamente en la casualidad de haberte conocido. Que nunca intentaré olvidarte, y que si lo hiciera, no lo conseguiría. Que me encanta mirarte y que te hago mío con solo verte de lejos. Que adoro tus lunares y tu pecho me parece el paraíso. Que no fuiste el amor de mi vida, ni de mis días, ni de mi momento. Pero que te quise, y que te quiero, aunque estemos destinados a no ser.”
— Julio Cortázar


Tan real como la sangre y como las raíces,
tan absurdo como el tiempo y el desencanto
tan probable como ilusorio
tan posible como inventado

martes, 24 de junio de 2014

Con y sin nostalgia

Era una imagen nítida, poco menos que real, sólo que transparente. Todo en él era transparente. Todo, menos la mirada. Quizás esto se debiera a que lo último [...] que recordaba de él eran sus ojos. O tal vez se debiera a que sus ojos eran muy cálidos y a la vez penetrantes. Lo cierto era que en la visión aquellos ojos no eran transparentes. Más bien tenía la sensación de que ella se volvía transparente cuando esos ojos la miraban. Y esto no sólo acontecía en el presente espejismo; también en la realidad había sido así.

Transparencia. Benedetti



Y la noche se evapora,
y me vuelco revolcada entre devaneos.
Y vuelan y revuelan tus ojos
tornándome transparente,
retornándome pura
en otro lugar
en otro espacio;
en tu lugar
en tu espacio