viernes, 23 de diciembre de 2011

Plou i fa sol

Avui es un d'aquets dias que plou i fa sol al mateix temps...

"Veurem el món des de l’aigua
Entre peixos i algues
I se’ns cremarà la pell."




Plou i fa sol
Plou i fa sol, una cançó d’amor, I el record d’una porta tancada.

lunes, 19 de diciembre de 2011

Cuanta falsedad...

Todavía hoy no comprendo por donde vas. No entiendo si pretendes confundirme o si pretendes arrebatarme lo que es mío, como pensaba hace años, creyéndome engañada por alguien que por suerte ya no está. Pero lo grave es que viví en una mentira parcial, una mentira con pinceladas de realidad, de verdad. Es posible que entre esas pinceladas, estuvierais tú y tu manera de verme, tu manera de vernos. Y aún hoy me sorprendo cada día, viendote sin verte, todavía sintiéndome culpándome por mis juicios y por mis actos.
Cierto es que no me queda mucho de aquellos días. Cierto que a veces lo lamento, porque en parte soy la culpable. Sin embargo, tristemente y cada día que pasa, me doy cuenta de que no era cuestión mía, sino tuya. Que no importaba lo que yo hiciera o dejara de hacer, ya que sólo había un final posible. Después de tantos años, no puedo creer que sigas siendo tan ingenua. Detrás de esa aparente ingenuidad, había resentimiento, había palabras con objetivos cambiados, había intenciones distintas. Satanizarme en mis propias espaldas, excusándote en otros y echándome la culpa a mí de lo que tengo, de lo que he conseguido y de que tú no lo tengas.
En cierto modo, tratabas de sembrar la semilla de la duda, de poner las primeras piedras en lo que deseabas que fuera un muro, que se alzara fuerte y alto, no teniendo siquiera valor para dar la cara. De hecho, aún sigues intentándolo, con pequeñas escaramuzas que no llegan ni llegarán a nada. En definitiva, intentas romper algo que cada día que pasa más se solidifica y se fortalece, gritando que no tienes ninguna credibilidad. Nada de lo que digas, nada de lo que hagas cambiará nada, así que deja de intentar arrebatarme lo que es mio. Cuando antes te hagas a la idea, mejor.

martes, 13 de diciembre de 2011

...

Recuerdo tus palabras, las que dijiste una tarde cualquiera, de esas en las que me asomaba a la ventana, y mientras yo fumaba, tú te enfadabas con el mundo. Ahora ya hace tiempo que no fumo ni que me asomo a la ventana. Ya hace tiempo que no te veo, enfadada, buscando una explicación. Pero tus palabras siguen ahí, y a veces pienso que realmente me conocías mejor de lo que yo esperaba. Sabias mirar por mis ojos y decirme algo que nadie jamás me dijo, y me atrevería a decir, nunca volveré a escuchar. Recuerdo que tus mejillas se ponían del color de tu pelo, cuando sofocada, te empeñabas en que tenías razón. Y así son las cosas, según parece. Sé que no leeras esto, ya hace tiempo que no lo haces, pero de vez en cuando te recuerdo y te añoro.

viernes, 11 de noviembre de 2011

Ajena

El tiempo y el espacio se funden en un punto donde ya nada importa, a la deriva en el horizonte. Inespecífica en sentimientos, salvo por la pesadumbre de la noche sobre los hombros y las vueltas en las sábanas. Desconectada de mis propios pensamientos y abrumada por el olvido que me inunda. Recordándote de vez en cuando en la lejanía, en los sueños tras los que agitada me despierto, por los momentos en que alargo la mano y nada encuentro. Me vaga la idea fugaz del descontento de nuestros encuentros, de su escasez exagerada y de lo tortuoso de acostumbrarse a no buscarte más veces con los ojos cerrados.
Con los pies en el suelo, tropiezo con cada baldosa. Escarpado el camino hasta la lucidez de la conciencia, la iluminación de los pensamientos y la clarificación de la mente.
Te espero.

jueves, 22 de septiembre de 2011

Reflexión 13

- El falso convencimiento conlleva al autoengaño, el cual retroalimenta positivamente el odio, que inconscientemente va acumulándose en el subconsciente. Sus continuos esfuerzos de manifestación son acallados por un nuevo falso convencimiento de que realmente no nos importa nada de lo que sucede....
- ¡Ya callate! ¡No quiero oir palabras raras cuyo significado no entiendo!
- Lo que quiero decir es que estas enfadada, pero te empeñas en no estarlo. Te empeñas en aceptar la extraña combinación de astros que es necesaria para que todo vaya bien, para que todo tu mundo baile al son de una orquestra perfectamente sincronizada.
Realmente, eres una cobarde.
- No soy ninguna cobarde...
- Deja de autoengañarte de una vez y afróntalo. Tienes miedo de salir a la calle y de buscar algo que te guste. Tienes tanto miedo que has llegado al extremo de renunciar a uno de tus sueños más tiernamente anclados en tí, desde que eras niña. Lo has hecho porque tienes miedo a estar sola. Es un miedo infundado, y lo sabes. A veces pienso que todo este miedo proviene de tí misma, de que te subestimas y de que crees que no eres capaz de muchas cosas que tan siquiera has intentado. Oyeme bien, te hablo desde lo más profundo de tí misma y sé que no tienes motivos reales para llenarte la cabeza de tonterías. Te conozco mejor que nadie y sé que eres fuerte, pero no te dejas aconsejar por mí. Siempre acabas cediendo, preocupándote por cosas que no merecen la pena. Creeme cuando te digo que hay una parte de tí que se rebela ante toda esa debilidad, esa soledad constante y esa sensación de apatía que ahora mismo te inunda. Solamente debes dejar que salga. Deja que sea ella quien maneje la situación, y haz callar a todos aquellos que creen que pueden tomarte como insignificante; y sobre todo, hazte entender a tí misma que no eres insignificante.

sábado, 6 de agosto de 2011

Una de injusticia y de vergüenza

"[...] Me acerqué al ayundamiento. Un señor me dijo que no estaban allí, que estaban en la cárcel y todavía no habían salido. Entonces, yo con mis 15 años me acerqué a la cárcel. Allí en la puerta estaban mis dos hermanos abrazados, llorando. Y yo les dije que mi madre había preparado para comer. Ellos me contestaron que no iban a ir a comer. Les pregunté por qué y me dijeron que les iban a matar. Y yo les dije "Pero, ¿ Por que? y me contestaron "Pues...no sé!"
Entonces volví a casa y me senté en el escalón. Sentí los tiros en el cementerio...Mi madre me preguntó: "Oye hijo, ¿ha habido tiros en el cementerio? Es que he oido un ruido...¿sabes qué ha pasado?. "Ai mama, que los han matado, que los han matado..." "¿A quienes hijo?" "A mis hermanos!!"
Entonces mi madre enloqueció y salió a la calle gritando " Criminales!! Que me habeis matado a mis hijos sin motivo!" Y vinieron a por ella. La cogieron la sentaron y la pelaron entera en mitad de la calle, y a mi hermana también. Además querían abusar de mi hermana, y no lo hiceron porque me eché encima de ellos a comérmelos. Y bastante me pegaron por eso. Y como mi madre había dicho "Criminales, qué habeis hecho con mis hijos", la cogieron y se la llevaron presa a la cárcel de Granada. Estuvo alli 11 años. "

Carretera de la Muerte, José Ochoa, min 5.36

Así fueron las cosas y así las cuentan los que allí estuvieron. La España profunda de los años de guerra y postguerra. Abusos, injusticias, muerte. Desaparecidos, miles y miles desparramados por toda la geografía española. Familias asustadas, todavía hoy en día, que no pudieron y no pueden enterrar a sus padres, hermanos e incluso abuelos con si quiera una pizca de dignidad.
Hay muchos intereses detrás de que este tema se olvide, y se escudan diciendo que no deben abrirse las heridas que (supuestamente) ya están cerradas. Nada más lejos de la realidad, pues esas heridas solo comenzarán a sanar el día en que todas y cada una de las familias de ambos bandos implicados puedan recuperar los restos de todos los que murieron y a los que tanto quisieron.
Es una vergüenza que hoy en día, todavía haya partidos políticos que tengan la desfachatez de no condenar los crímenes del franquismo y de no reconocer que el golpe de estado que un día (un mal día) protagonizó Francisco Franco, entre otros, no fue la causa directa del estallido de una guerra civil entre vecinos, compañeros de trabajo e incluso hermanos.
Resulta patético que la recuperación de la Memoria histórica no esté llevándose a cabo a una mayor escala, y que haya que luchar tanto para conseguir un derecho reconocido.
¿En qué país vivimos? No nos dejemos engañar.

miércoles, 20 de julio de 2011

Romanticismo

Romanticismo, en todo su esplendor. El romanticismo es el rey de la pista, es la historia de cualquier película, por insignificante que sea. Es invención económica tipo Hollywood. Un paisaje idílico, italianos de ojos verdes y amigas lesbianas también enamoradas. Sexo apasionado, en la habitación de un pueblecito con vistas al mar... argumento de cualquier película.
Cuando uno va creciendo, llega poco a poco a la conclusion de que el romanticismo es pura fantasía, tanto o más que las películas de ciencia ficción. No se recuerda más que a la ilusión tipo Disney, y es entonces cuando te reconcome por dentro el abandono consciente de la búsqueda, la negación de la aventura y el conformismo.
El romanticismo ha muerto, si es que ha existido alguna vez. No nos quedan más que miguillas y pequeñas escaramuzas que no son más que una burda aproximación.

martes, 28 de junio de 2011

Más raro fue aquél verano, que no paró de nevar

Acercate a mi, lento
Háblame al oido, así, susurrando
Juntemos las yemas de los dedos
Ven, duerme conmigo esta noche y las 10.000 restantes,
te cantaré una canción y prometo volverme loca, inesperada.
Vamos, déjame sin aliento.
Te daré una sorpresa, verás como la luna nos quema.
Pedirás que te queme más, que te envuelva en su loca cordura de palabras silbadas en el viento, de gatos en la noche que no duermen, de caricias insospechadas, de juegos de manos...

Sigue soñando,
apretando las sábanas contra mi cuerpo.
Pero este vacío no lo llenan mis manos,
este vacío solo espera que llames, que digas mi nombre seguido de algo que suene bonito.
Solo espera que me llames..

Te echo tanto de menos...

jueves, 16 de junio de 2011

Standby

Otro año más, otro menos para culminar. Ver los cambios que se producen año tras año, cómo se pierden algunas cosas y se ganan otras. Acostumbrada a avanzar día a día, a disfrutar de cada momento, creciendo, aprendiendo, enamorándome y queriendo todavía más a los que están alrededor. Ese tiempo se termina por ahora, y toca volver a un lugar donde el tiempo se detiene, donde la sensación de avanzar, la dinamicidad de la vida desaparecen. Un lugar anclado en la adolescencia, en la ausencia de perspectivas. Siento que ya nada me ata alli, no queda nada de mí, solo recuerdos vagos y negativos en su mayoría, de los días de locura, descontrol y humillación adolescente. Resulta extraño el contraste entre ambas partes, entre el disfrute del día a día y la obsesión estática que querer olvidar todo lo que rodea de una manera totalmente nociva.

Lo que para mí fue una época, un momento circuntancial y finito en el tiempo, se está convirtiendo en un modo de vida para otros. Es una especie de restistencia al cambio, a la madurez en todos los sentidos. La evitación de responsabilidades, un pensamiento de peter pan llevado al extremo de lo nocivo. Todas esas ganas de volar de antaño se han esfumado y han dado lugar al conformismo, un conformismo irreal y desvidado hacia la irresponsabilidad.

viernes, 29 de abril de 2011

Inocencia interrumpida

Parece mentira que haya pasado tanto tiempo y las cosas hayan cambiado tan poco. Me parece vernos como unas niñas, unas más inocentes que otras, enseñándote a hacer volteretas o yendo a correr para que te sintieras mejor contigo misma, escuchando tus dramas familiares y no familiares, tu sensación constante de soledad y menosprecio. A veces, cuando se me olvidan las causas reales, me parece que tú me lo contagiaste. Me veo faltando a clase y jugándome mis exámenes por pasar las tardes contigo para que sintieras algo de apoyo y compasión, algo que simpre has buscado. Recuerdo que una vez, tal vez el año pasado, en uno de tus ataques me preguntate si me pasaba algo contigo. Con ganas me quedé de decirte la verdad. Con ganas me quedé de recordarte que me diste la espalda a la mínima ocasión que tuviste, que me diste una razón más para llorar. Te desentendiste por completo de mí y de mis problemas, cogiste el camino fácil, despúes de todo lo que había hecho por tí un día tras otro, hasta casi un año. Pasado un tiempo sin siquiera dignarte a mirarme a la cara, cuando viste que yo ya me estaba recuperando, te acercaste y haciendo gala de todo tu egoismo, me dijiste "Bueno, he decicido que ya puedo perdonarte y que volvemos a ser amigas". Y yo no tuve valor suficiente para gritarte en tu cara que no quería que volvieramos a ser amigas, que no quería volver a saber nada de tí. Posiblemente jamás te lo diga directamente y deje que lo comprendas por tí misma de forma indirecta (cosa que creo que ya has hecho). Todavía tienes que aprender que los demás no están ahí para que los utilices a tu beneficio aprovechando tus lazos emocionales con ellos. Te conozco lo suficiente como para hacerme una idea de por qué te comportas como te comportas, pero no sé si eres consciente del todo. Pero tranquila, que si no lo eres ahora, acabarás dandote cuenta. Así que, que no te engañe mi aparente no-pasa-nada de hoy, de hace justo una semana, porque ya sabes todo lo que hay detrás.

Reflexión 12

- Sabes, te conozco desde hace tiempo. Y realmente he llegado a apreciarte. Pero hay algo en tí que me da mucha pena.
- ¿Por qué dices eso?
-Porque para poder ser feliz necesitas que todo funcione, necesitas que todos los aspectos de tu vida vayan a la perfección y se entrelacen entre si tejiendo una melodía uniforme y armónica que configure una red de seguridad para cuando tu autoestima se tambalea. Es por eso que nunca vas a ser feliz.


"Las nubes se van pero el sol no regresa"

jueves, 21 de abril de 2011

Reflexión 11

"Sí, el amor es muy bonito. Poder sentir que confías profundamente en alguien, que tienes un pedacito real y tangible de lo que es la felicidad por el solo hecho de poder ver cómo sonrie. El hecho de no volver a sentirte solo, la difusión de la líneas concéntricas que separan el tú del yo... Sí, es realmente bonito.
Pero a veces me da mucho miedo, porque después de conocer esta sensación no sabría como rehacer mi vida en torno al vacío que dejaría si algún día se marchara y se la llevara. Solo de pensarlo me entran escalofríos."


lunes, 4 de abril de 2011

Negra Noche, no me trates así

La soledad que proporciona una playa desierta, cuando el sol ya se ha puesto y solo queda el reflejo de la luna en las olas del mar. La soledad tranquilizadora y reparadora de sentarse sobre la arena húmeda, sentir como los pies se hunden suavemente y un escalofrio agradable te recorre las piernas. El ruido monótono y relajante de las olas, la suave brisa silbando en los oidos... Pero no era ese tipo de soledad amigable. Era más bien la soledad de un aula donde oyes susurros a tus espaldas, el arrinconamiento en los juegos en grupo, las miradas burlonas y las consecuentes risas en los vestuarios y las preguntas con segundas intenciones. Las palabras que calaban y me hicieron dar pasos hacia atrás en vez de hacia adelante, que me entorpecieron y me empujaron a un camino diferente, donde no había ninguna cinta que romper al final de la carrera. La sensación de no tener nada, de no tener nada cálido alrededor que te haga fuerte, el frío de un corazón que tenía demasiado amor y bondad para dar y que nadie quiso...Eso era lo único que se me venía a la cabeza, lo único que podía recordar. Daba vueltas y vueltas y no quería marcharse. A veces pienso que no lo he superado del todo y que aprovecha la mínima oportunidad para resurgir y recordarme lo débil que era y lo débil que sigo siendo a pesar del tiempo, que todavía no he aprendido que cuando se apagan las luces, no queda más que uno mismo, porque es uno mismo quien debe saber cómo encontrar el camino y volver a encender las luces.

Por suerte, no durará mucho y mañana será otro día..

martes, 15 de marzo de 2011

Eternamente agradecida

Recorrer de nuevo las calles de esa vieja ciudad, tan acostumbrada a hacerlo mientras miraba al suelo que me aprendí de memoria cada bordillo, alcantarilla o baldosa rota. Fueron tantos años mirando al suelo que se me olvidó que yo acostumbraba a ser feliz. Pero ya no sabía como volver a serlo. No veía salidas, así que simplemente me limité creerme lo que los demás decían de mí para intentar conocerme. Escuché a quien no debía y eso me salió caro. Tardé casi dos años en desenmascararme a mí misma y poder empezar de cero. Mirarme al espejo y no sentir rechazo alguno, ni siquiera el mio propio. Para poder hacerlo, escapé todo lo lejos que pude. Conforme me alejaba, un manto oscuro iba cubriendo todas aquellas calles, el colegio, el parque entre otros sitios. Los recuerdos negativos no se conformaron con ellos mismos, sino que engulleron a lo poco bueno que dentro de mí quedaba de esa vieja ciudad.
Pero he vuelto a recorrer esas viejas calles con dos años de perspectiva y contigo de la mano. A cada paso hacia adelante, ese manto negro desaparecía y un buen recuerdo se evocaba. La satisfacción de haber encontrado la salida me recorría de pies a cabeza y la felicidad de sentir que ahora tengo no solo una, sino muchas razones por las que levantar la cabeza y dejar de mirarme los pies mientras camino. De modo que no solo me has ayudado a ser feliz ahora, en el presente, y a tener una perspectiva de futuro adecuada, sino que has caminado conmigo años atrás y has logrado que rescatase mis escasos momentos placenteros.
Has hecho que me sienta afortunada y orgullosa de ser quien soy, que no me avergüence de mis errores y que los acepte como paso previo a lo que hoy tengo. Me has ayudadado a crecer por dentro. Me has enseñado a mirarme desde tus ojos y no desde los mios.

Every wound seems to heal when I'm arround you

miércoles, 2 de marzo de 2011

Subconsciente

Bajo toda la atmósfera circundante, bajo mi piel y mis músculos. Es algo que cala en los huesos. Algo oculto pero real, forjado por años de condicionamiento aversivo. Es un escalofrío y un deseo de cambiar de fotografía o de acera. Es un encojimiento del corazón, un despliegue de noradrenalina y glucocorticoides que impulsa a correr. Es un miedo que avergüenza, que no se reconoce por su propia irracionalidad, pues como mucho solo puedo recordar piedras o saliva. Son cosas de niños y no tan niños. Son deseos de no verte cuando voy, ni a tí ni a los que te acompañan. Son deseos de pasar desapercibida, de seguir sabiendo que a pesar de todo, mi suela se queda larga para medirte, aunque en ciertas zonas todavía reine la ley de la selva.
Lo cierto es que quizás sobrevalore tu fuerza y tu grado de inhumanidad, quizás haya visto demasiadas peliculas. Pero la posibilidad sigue ahí, y un cruce de cable en una mente taladrada por dependencias extracorporales puede suceder en cualquier momento y circunstancia, sin razón aparente.

miércoles, 16 de febrero de 2011

Quién iba a ser sino

Nada queda cuando todo desaparece, cuando el mundo se cae por las escaleras y va rodando hasta el sótano. Me daba pánico asomarme, apoyándome en la barandilla, para ver hasta donde había llegado. Incliné la cabeza para tratar de discernir algo dentro de la oscuridad, pero no sirvió de nada. En ese momento empezó a llover dentro de casa, empapándo mi cabello y mi pijama. De repente hacía mucho frío y comencé a temblar. Me sentí más sola que nunca, pero al mismo tiempo comprendí que tendría que bajar al sótano para recuperar lo que había perdido. Poco a poco fui deslizándome por la escalera, con cuidado de no resbalar por el suelo mojado. Cuando llegué abajo, vi que la puerta estaba cerrada. Comencé a oir voces a mi alrededor, poco halagüeñas, insultos, pensamientos infundados que manaban de la propia tristeza y pesimismo. No podía controlarlos, no podía evitar oirlos; tenía mucho miedo. Pero sabía que no podía deternerme. Debía entrar y rebuscar entre todo lo que encontraría dónde estaba el problema, que recuerdo, sentimiento, frustración...era el culpable de todo aquello. Intenté abrir la puerta, tirando con todas mis fuerzas; se movía muy despacio. De pronto, sentí que alguien estaba empujando desde dentro, alguien me estaba ayudando. La puerta se abrió entonces. Era él, y traía consigo lo que andaba buscando. Me tomó de la mano, ayudándome a levantarme. Me abrazó y lo colocó donde debía estar. Dejó de llover, y me encontré acostada de nuevo mientras me tomaba de la mano. Quién iba a ser sino.


**


Todos los días me cruzo con el mismo chico, a la misma hora. Lleva siempre la misma mochila y las mismas deportivas. Lleva siempre la misma cara de abstracción y ausencia propia de las 8.30 de la mañana. Nuestras miradas siempre se cruzan unos segundos, durante los cuales pienso, y adivino que él tambien, "Otra vez este chico, otro día más". Este hecho es solo un vaticinio de lo mucho que va a parecerse este nuevo día al anterior, un vaticinio de los pocos cambios que voy a vivir.
Puedo hacer algunas pequeñas y minúsculas locuras, como hoy. Puedo decidir salir un martes y olvidar que mañana tengo que levantarme. Puedo decidir beber lambrusco y cerveza y dejar de pensar en el mañana. Puedo buscar películas diferentes y alternativas o decidir no comer durante todo el día. Probar nuevos géneros de música y aprender a ser firme con pequeños ensayos diarios. Pero estas pequeñas escaramuzas no satisfracen mis ganas de batallear ni de salir corriendo monte a través. Me gustaría tener una tijeras enormes que me permitieran cortar el transcurso de esta monotonía que me ahoga día tras día. No hay novedades, no hay sorpresas, no hay cambios. No hay nada mas que hastío y aburrimiento en el transcurrir de las horas.


"Sueño con noches brillantes,
al borde de un mar de aguas claras y puras,
y un aire cubierto de azahar"

martes, 8 de febrero de 2011

No es a tí, sino a tí

¿Culpabilidad? mmm, no, sinceramente, no. La distancia es la que es y no se pueden hacer milagros. Nos condenamos a esta situación desde el primer día, de eso no hay duda, y si no lo vimos, fue culpa nuestra. Me parece bien que las cosas queden claras, que te quejes de que no me ves, de que me olvidé de todo...puedes decir lo que te parezca. Ahora bien, aqui no hay ninguna guerra, asi que no vas a ganar cuando no hay nada en juego. No se compite por nada, al menos si uno de ellos no quiere ver algo donde no lo hay, y yo no estoy por la labor.
El tiempo y la distancia impuesta limitan las horas de compañía, la comunicación es nula, tal vez porque realmente nunca te gustó hablar conmigo. Te contesto con tus mismas palabras, y quédate con lo que más te guste, pero no olvides que te tuve presente largo tiempo hasta tirar la toalla por tu propio orgullo e indiferencia. Ahora, tal vez no juegues en soledad, pero no se te olvide que yo tampoco.
La situación no es objetiva, sino que hay tantas situaciones como personas implicadas en ella. Cada uno la construye de forma subjetiva, inconscientemente, asi que ni se te ocurra volver a repetir que las cosas son como tú las ves, porque de eso nada. Hay demasiados factores personales en juego como para atribuir objetividad. Y si no quieres que comparemos nuestros puntos de vista y lleguemos a una especie de "acuerdo", allá tú con tu falsa realidad. Sigue perdiéndote entre las cuatro personas de siempre y entre los vicios que pueden contigo. Sigue esperando que te llame algún día para disculparme por algo de lo que no soy culpable y por no cumplir tus exigencias, porque tú tampoco cumpliste ni una minima parte.
He cambiado mucho, mucho desde aquel día en que nos conocimos. No recuerdo exactamente cuándo ni cómo fue, hace demasiado tiempo, pero lo que si puedo decir es que mis prioridades han cambiado, y seguir anclada en el pasado no me lleva a ninguna parte. No necesito tanto tu apoyo como lo necesitaba antes porque ya he aprendido a caminar solita, así que no jueges al dolor de corazón porque no vas a llegar a ningún lado. Y así seguiremos de ahora en adelante. Te conozco bien y sé que no eres capaz de controlar tu orgullo, así que no darás tu brazo a torcer. Pero, ¿sabes qué?, yo ahora tampoco lo haré.

domingo, 6 de febrero de 2011

En cualquier otra parte

Ya habían sido demasiados días sin ruidos, sin voces ajenas y sin planes. No es que lo odie, pero simplemente no me satisface, nada, absolutamente nada. No hay pros que valgan. Tengo mi parcela propia, pero se me hace insuficiente a medida que pasan los días. No es que quiera que el tiempo pase deprisa, pero me gusta pensar que no voy a sentirme así indefinidamente. No me importa si se comprende o no, ni tampoco si hay enfados cuando ya no queda nada por lo que enfadarse. Simplemente quisiera decir que no es necesario gritar tanto, que no tiene que enterarse todo el mundo de que estas ahí. Simplemente me gustaría decir cosas obvias sin parar que parece que no se entienden, cosas elementales que se ignoran. Simplemente me gustaría decir que si algún día hubo algo, ya no lo hay, no queda nada por lo que seguir fingiendo y por tanto no queda nada que me impida decidir. Pero parece que aún siendo evidente, me niego a convencerme del todo. Todo consiste en dar un paso más, que espero sea el último de esta larga lista.
Parece una tontería, e incluso me lo parece a mí algunos días; pero otros no. Otros no, porque lo que más me gusta no es sentirme flotando entre la nada, entre voces extrañas y planes ajenos. No voy a esforzarme para acercarme y romper la esfera. No, simplemente porque no me interesa, porque no quiero mejorar las cosas. Solo quiero cambiarlas, totalmente.

miércoles, 26 de enero de 2011

*

Solo puedo amarte cuando no estas, cuando de tí ni tu sombra queda.
Solo puedo amarte cuando tu olor no me inunda ni me embriaga,
cuando me pide que me acerque mientras yo, receloso, accedo pensando en mariposas.
Solo puedo amarte cuando las nubes se abrazan y el agua golpea los cristales.
Necesitar verte y verte sin necesitarlo. Soledad sin tí y contigo.

Solo pude amarte cuando te fuiste para siempre, mientras cajones vacíos
te llamaban, suplicantes.
Solo pude amarte cuando te cansaste, cuando cerraste la puerta detrás de tí.
Comencé a amarte para siempre cuando el taxi se alejaba.

Desde entonces, paredes manchadas y abultadas.
Vueltas y vueltas sin dormir nada.
Vencido al fin, me deje perder en el mar.
Caminé y caminé hasta no poder volver, hasta no saber donde estaba.
Dando vueltas sobre mi mismo me hundí enloquecido,
y me olvidé de quien era para poder olvidar quien eras tú.

domingo, 16 de enero de 2011

Peces de ciudad

Se peinaba a lo garçon
la viajera que quiso enseñarme a besar
en la gare d’Austerlitz.

Primavera de un amor
amarillo y frugal como el sol
del veranillo de san Martín.

Hay quien dice que fui yo
el primero en olvidar
cuando en un si bemol de Jacques Brel
conocí a mademoiselle Amsterdam.

En la fatua Nueva York
da más sombra que los limoneros
la estatua de la libertad,

pero en desolation row
las sirenas de los petroleros
no dejan reír ni volar

y, en el coro de Babel,
desafina un español.
No hay más ley que la ley del tesoro
en las minas del rey Salomón.

Y desafiando el oleaje
sin timón ni timonel,
por mis sueños va, ligero de equipaje,
sobre un cascarón de nuez,
mi corazón de viaje,
luciendo los tatuajes
de un pasado bucanero,
de un velero al abordaje,
de un no te quiero querer.

Y cómo huir
cuando no quedan
islas para naufragar
al país
donde los sabios se retiran
del agravio de buscar
labios que sacan de quicio,
mentiras que ganan juicios
tan sumarios que envilecen
el cristal de los acuarios
de los peces de ciudad

que mordieron el anzuelo,
que bucean a ras del suelo,
que no merecen nadar.

El Dorado era un champú,
la virtud unos brazos en cruz,
el pecado una página web.

En Comala comprendí
que al lugar donde has sido feliz
no debieras tratar de volver.

Cuando en vuelo regular
pisé el cielo de Madrid
me esperaba una recién casada
que no se acordaba de mí.

Y desafiando el oleaje
sin timón ni timonel,
por mis venas va, ligero de equipaje,
sobre un cascarón de nuez,
mi corazón de viaje,
luciendo los tatuajes
de un pasado bucanero,
de un velero al abordaje,
de un liguero de mujer.

Y cómo huir
cuando no quedan
islas para naufragar
al país
donde los sabios se retiran
del agravio de buscar
labios que sacan de quicio,
mentiras que ganan juicios
tan sumarios que envilecen
el cristal de los acuarios
de los peces de ciudad

que perdieron las agallas
en un banco de morralla,
en una playa sin mar.

Joaquin Sabina, Peces de ciudad

jueves, 13 de enero de 2011

Uno, dos, tres...respira hondo...

Ayer pensaba que no era para tanto. Y a pesar de haber tomado ya una decisión que consideraba firme, esta se tambaleó durante todo el día. Tal vez fue el hecho de vernos todos juntos, las bromas y las risas. Me hizo pensar por un momento que las cosas no habían cambiado, que el tiempo no había pasado por nosotros.

Esta mañana al levantarme, tan solo han hecho falta unos pocos segundos para recapacitar y volver a sentir esa sensación de desahogo y pronto hereditario. Me han negado la evidencia y yo me la he negado a mi misma. No me gusta que me tomen por tonta y que por ello crean que pueden mentirme. Al final resulta que la decisión es realmente firme.

Esa tendencia de tambaleo la he tenido siempre. Me cuesta mucho mantener una decisión, sobre todo si me marean. Pero lo cierto es que a pesar de que cambie, sé cual es la esencia y sé en que me baso para pensar lo que pienso.
No, mira, mejor ni me hables. Es que estoy de exámenes ¿sabes?. Bonita justificación para no hacer nada.

miércoles, 5 de enero de 2011

Reflexión 10

No es fácil aprender a decir que no; ni darse cuenta que lo innecesario lo es en si mismo, sin ser negativo o culpa de nadie. Un día escuche que quien pretenda la total perfección y armonía con todo lo que le rodea, jamás será feliz. Tendrá tantas preocupaciones que no le quedará tiempo.

Las decepciones son culpa de las expectativas, y todos nos equivocamos al esperar lo que nunca llega. Todos somos maníacos alguna vez y engrandecemos lo positivo que puede suceder.
Es cansado luchar contra algo que no tiene sentido, intentar solucionar algo que no es un problema, que no es culpa de nadie. Si las piezas no encajan, no encajan y punto. Es mejor dejarlo estar.

Sin embargo, todo tiene sus límites, y cuando llega la gota que colma el vaso, ya no hay vuelta atrás. Hay quemaduras que no sanan con pomada y entonces se toman decisiones que, acertadas o no, llegarán hasta el final. Cambiamos justicia por solidaridad, para todos por igual, espero. Por explicitar que no sea.

Luego vendrán las preguntas, y las respuestas seran dadas sin reparos. Sinceridad ante todo, pues no hay nada que esconder. Lo innecesario no genera descontento, pero tampoco lo contrario, asi que nada hay de malo en seguir buscando.
Arrivederci, Roma.


Soldier by Ingrid Michaelson
I don't believe in anything but myself