miércoles, 4 de septiembre de 2013

Unforgiven

Es la segunda vez que la veo, pero posiblemente tenga que repetir en el futuro, pues prácticamente todas y cada una de las escenas y diálogos de esta peliucla son dignos y requieren de cierto análisis para poder sacarles todo su jugo. Merecedora de los 4 oscars, una auténtica obra maestra.




Will Munny, exalcoholico a la par que exasesino, se esfuerza por hayar la redención, por tratar de olvidar quién fue un día y el número de muertos que carga a sus espaldas. Se ha reconvertido a sí mismo en granjero, que vive por y para sus hijos, teniendo siempre presente a su difunta esposa.

 Ned Logan, compañero de viejas batallas, se encuentra también en estado de redención. Juntos emprenden una nueva misión, empujados por las circunstancias, que les hará enfrentarse de nuevo con su pasado, con quienes solían ser y se esfuerzan en olvidar.

Little Bill, el sherif, empeñado en conseguir la paz a base de violencia y obsesionado con la construcción de su propia casa.

La violencia se perfila como una froma de vida. Aparece violencia disfrazada de autoridad, que persigue el orden y busca la paz olvidando predicar con el ejemplo. Aparece violencia tintada de arrepentimiento, de deseo de cambio y redención; redención que Ned consigue, y que es pagada con una muerte dolorosa y que Will busca y no es capaz de lograr, puesto que la muerte de Ned despierta de nuevo a ese ángel de la muerte embebido en wisky y sediendo de venganza.

El bien y el mal son conceptos resbaladizos circunscritos en una atmósfera tensa, sombría, donde nada está claro, donde las etiquetas son complejas, donde la ética y la moral son igualmente cuestionables.


 ¿Quién es el dueño de esta pocilga?