miércoles, 26 de enero de 2011

*

Solo puedo amarte cuando no estas, cuando de tí ni tu sombra queda.
Solo puedo amarte cuando tu olor no me inunda ni me embriaga,
cuando me pide que me acerque mientras yo, receloso, accedo pensando en mariposas.
Solo puedo amarte cuando las nubes se abrazan y el agua golpea los cristales.
Necesitar verte y verte sin necesitarlo. Soledad sin tí y contigo.

Solo pude amarte cuando te fuiste para siempre, mientras cajones vacíos
te llamaban, suplicantes.
Solo pude amarte cuando te cansaste, cuando cerraste la puerta detrás de tí.
Comencé a amarte para siempre cuando el taxi se alejaba.

Desde entonces, paredes manchadas y abultadas.
Vueltas y vueltas sin dormir nada.
Vencido al fin, me deje perder en el mar.
Caminé y caminé hasta no poder volver, hasta no saber donde estaba.
Dando vueltas sobre mi mismo me hundí enloquecido,
y me olvidé de quien era para poder olvidar quien eras tú.