miércoles, 5 de enero de 2011

Reflexión 10

No es fácil aprender a decir que no; ni darse cuenta que lo innecesario lo es en si mismo, sin ser negativo o culpa de nadie. Un día escuche que quien pretenda la total perfección y armonía con todo lo que le rodea, jamás será feliz. Tendrá tantas preocupaciones que no le quedará tiempo.

Las decepciones son culpa de las expectativas, y todos nos equivocamos al esperar lo que nunca llega. Todos somos maníacos alguna vez y engrandecemos lo positivo que puede suceder.
Es cansado luchar contra algo que no tiene sentido, intentar solucionar algo que no es un problema, que no es culpa de nadie. Si las piezas no encajan, no encajan y punto. Es mejor dejarlo estar.

Sin embargo, todo tiene sus límites, y cuando llega la gota que colma el vaso, ya no hay vuelta atrás. Hay quemaduras que no sanan con pomada y entonces se toman decisiones que, acertadas o no, llegarán hasta el final. Cambiamos justicia por solidaridad, para todos por igual, espero. Por explicitar que no sea.

Luego vendrán las preguntas, y las respuestas seran dadas sin reparos. Sinceridad ante todo, pues no hay nada que esconder. Lo innecesario no genera descontento, pero tampoco lo contrario, asi que nada hay de malo en seguir buscando.
Arrivederci, Roma.


Soldier by Ingrid Michaelson
I don't believe in anything but myself