sábado, 20 de marzo de 2010

cu -cu- cu

Hablas, gritas, sueñas. Te escondes bajo las agujas del reloj de cuco colgado en la pared, tratando de esquivar el paso de las horas.
Nunca te gustó crecer, sigues comportándote igual que siempre, igual que en el momento en que entraste en mi vida, apoderándote de mi mirada, que ya solo sabe seguirte.
Me robaste la nariz y todavía sigues jugando con ella entre tus dedos mientras sonries, distraido, paseando por tu burbuja, a la que la entrada me está prohibida.