domingo, 21 de marzo de 2010

La paciencia será tu mejor aliada

Detesto que me tomen por lo que no soy. No me gusta que los demás consideren que me conocen (cuando realmente no es así, puesto que soy bastante mas compleja de lo que parezco) e intenten utlizar esos "conocimientos" a su favor.

Suele confundirse el silencio de la paciencia y el autocontrol del impulso inmediato con el silencio del sentimiento de culpa y el miedo. El hecho de no parecer defenderse ante una acusación no significa que no se tengan argumentos para ello, sino que simplemente uno no se considera atacado, con lo que no necesita defenderse.

Es complicado cambiar cognitiva y conductualmente, sobre todo cuando no se desea hacerlo realmente, puesto que se considera que la forma de actuar que se está teniendo es la más apropiada y la más congruente con los valores morales que uno tiene.
Mi principio es que la violencia (ya sea de palabra o física), los enfrentamientos, no son deseables, sobre todo si van a traer consecuencias negativas a largo plazo. Así que mi modo de actuar suele ser discupar a la persona que intenta que se desencadenen y hacer lo posible por que no sea así, ignorando y restando importancia a lo que dice.
Fríamente, no me sirve de nada imponer mi forma de pensar al otro, ya que me es indiferente que opine o no igual que yo, puesto que no voy a cambiar mi parecer.
Obviamente todo tiene sus límites, y llegará un momento en que se pondrá en juego el respeto hacia mi persona, sobrepasándo el otro los límites de su libertad e invadiendo la mía. Con la aparición de un valor más importante en la escala, no queda más remedio que actuar, poniendo sobre la mesa todos los argumentos a tu favor. Por ahora, no ha llegado ese momento (y espero que nunca llegue).


"Respirar, tomar aire y volverlo a soltar lentamente.
Evaporar pensamientos negativos y dejar que se fundan con el viento
Acallar el grito de la garganta
Respirar, respirar
Paciencia, paciencia, paciencia..."