miércoles, 4 de agosto de 2010

Hay que mirar para dentro

He exprimido al máximo mi tiempo y he agotado todas mis energías. Satisfacción es lo que ahora siento por haberme atrevido a salir fuera, a explorar y a conocer. He aprendido muchas cosas además de idiomas, mi confianza en la gente se ha retroalimentado positivamente, demostrándome que no es tan ingenuo ni descabellado creer que hay buenas personas con buenas intenciones. Una vez más, me he dado cuenta de lo importante que es ser crítico y no permitir que los estereotipos, los sucesos o las ideas que esta, nuestra sociedad quiere imponer sustenten la base de nuestro pensamiento, sustenten la forma que tenemos de ver y de enfrentarnos al mundo. La aversión, el racismo, el miedo a otras culturas es algo totalmente irracional, infundado, algo que sucede cuando uno se encierra en su propia burbuja y se defiende diciendo que lo suyo es lo mejor y que los demás son todos malos. Turcos, sirios, uzbequistanos, kwaities son completamente diferentes a nosotros pero no podemos por ello considerar que no merecen la pena, que cuanto más lejos estén mejor porque todo eso esta basado en lo que nos transmiten otros y no en lo que nosotros mismos hemos conocido, juzgado, analizado y finalmente elaborado una idea, una idea basada en nuestra propia experiencia, que a fin de cuentas es lo más cercano a la propia verdad de cada uno. Bromistas, educados, enormemente generosos, cálidos...

Y después de todas estas experiencias tan positivas y enriquecedoras, toca relajarse, estudiar y volver a mi nuevo piso. Reencontrarme con mucha gente a la que he hechado de menos y de la cual me he acordado más de una vez a lo largo del verano, de hecho, ya empiezo a notar el frío...

"En silencio
esta lo que mas quise
lo que mas quiero
que acumulamos mucho
y respiramos menos
que el aire cada día es mucho menos fresco
que cada día que pasa sigo echandote de menos
que vaya por donde vaya aun te huelo"

* ..ya estoy cansada de ser la muchacha, la que nadie muchas veces creyó