lunes, 23 de agosto de 2010

Reflexión 8

[...] Pretendes calcular cada paso que das, sabiendo perfectamente donde lo estás dando y el tipo de terreno sobre el que te apoyas. Si es resbaladizo, seguramente pienses tanto y tanto que acabes por no darlo. Riesgos los justos, si señor, siempre has sido así. Mediocre, al puro estilo aristótelico, buscando la estabilidad y el equilibrio. Jamás has dejado a tus sentimientos brotar libremente, dejar tus brazos libres si quieren abrazar o a tus labios si quieren besar .Tras cada uno de tus gestos siempre había un pensamiento; eran resultado de una disputa entre el sí y el no, consecuencia de las posilbles consecuencias. Has vivido siempre entre dos márgenes, con la vista fija al final del camino, sin disfrutar del paisaje mientras caminabas. Sé que eres una persona de éxito, respetada. Te has ganado la admiración o la envidia de los demás por tus logros. Pero sabes, yo no quiero ser así. Me gusta estar perdida, dudar de todo y sobre todo, adoro equivocarme. Meter la pata es una de mis virtudes, muchas veces por dar rienda suelta a lo que siento...son mis equivocaciones las que demuestran que soy libre, porque actúo tal y como quiero actuar en un momento dado, sin pensar en nada más que en mí y en lo que quiero hacer. Y no hay nada que más aprecie en este mundo que la satisfacción que produce sentirse libre...

"Sentir tu alma fluir, en armonía y unión con todo lo que te rodea..."