lunes, 20 de julio de 2009

Absurdas certezas

Nos encanta pensar que tenemos las cosas bajo control. Nos sentimos tan pequeños frente al inmenso mundo que nos rodea que necesitamos sentir que a pesar de todo, somos capaces de determinar si algo va a suceder o no.
No nos gustan las incertidumbres, digamos que nos asustan. Nos asusta que algo que nos gusta pueda terminarse, nos asusta el hecho de que tal vez esta sea la ultima vez que vemos a esa persona, y nos asusta pensar que es posible que el mañana ya no exista...para todo eso, creamos certezas, y nos convencemos a nosotros mismos de que mañana si existirá, que volveremos a ver a esa persona.
Pero, debemos ser realistas. ¿Existe algo en nuestro día a día que podamos afirmar que es seguro, certero, que no puede ser de otra manera?A parte de las leyes físicas y matemáticas, es posible asegurar que algo va a suceder con total seguridad? No. La única certeza es que a las personas les encanta crear certezas como mecanismo de defensa ante las posibles sorpresas, desgracias o cambios que puedan darse en sus vidas. Necesitan sentirse seguros, aunque eso implique engañarse.
Es posible que, si tuviéramos presente que las certezas no existen, aprovecharíamos y apuraríamos mas cada minuto, exprimiríamos al máximo cada suspiro de felicidad que nos proporciona...
Por otra parte, es obvio que necesitamos esas certezas, sino, viviríamos en una depresión constante, pensando que esto o aquello, el o ella podrían no estar aquí al minuto siguiente...incluso es posible que viviéramos obsesionados por nuestra propia muerte, que estaría constantemente acechándonos y podría aparecer al segundo siguiente...
Muy a menudo, las personas se sienten abrumadas por las certezas que han creado, ya que son conscientes de que están sembrando un engaño, pero al mismo tiempo, reconocen que sin esas certezas, su vida seria mucho mas complicada y triste, pues implicaría que en su vida no habría nada duradero, todo seria efímero, de nada serviría nada de lo que han hecho.
Sin embargo, no podemos perder la perspectiva. No debemos crear demasiadas certezas, no debemos planificar todo, debemos disfrutar de la sorpresa y encarar las situaciones. No convertir las ilusiones y los sueños en certezas, son cosas diferentes.