domingo, 5 de julio de 2009

Recuerdos, memories, records...

Los recuerdos que se hacinan en la cabeza, nos torturan y entristecen porque sabemos que hablan sobre algo que no va a volver. Ese algo podrá ser parecido o semejante, pero nunca igual, del mismo modo que nunca podremos bañarnos dos veces en el mismo río. Son instantes que se han congelado en nuestra mente, a los que nos aferramos con fuerza y en los que basamos la estúpida esperanza de que tiempos similares, tan felices, tan idílicos, están próximos, a la vuelta de la esquina. No nos permiten disfrutar del presente porque hacen que deseemos volver al pasado, una y otra y otra vez, repitiéndose siempre la misma escena en nuestra cabeza. He labrado mi futuro de ilusiones basadas en recuerdos y momentos grabados a fuego en el libro de mi vida dada la intensidad emocional que en su momento desataron y que aun hacen que me tiemblen las piernas al rememorarlos. Sin embargo, no podríamos vivir sin recuerdos. Bueno, tal vez podríamos, pero seria realmente triste. No aprenderíamos nada de nosotros mismos ni de nuestros errores. No podríamos ir superándonos día a día e ir ascendiendo poco a poco en la pirámide de la perfección. Gracias a algunos de mis recuerdos, puedo llegar comprender por qué me siento como me siento ante esta nueva situación: coincidiendo..sin ti tampoco soy nada...


uno de mis mejores recuerdos...