jueves, 16 de julio de 2009

Sentimientos contradictorios

Ganas de regresar y ganas de quedarme. Es extraño, pero a pesar de que me he dado cuenta de que no puedo vivir sin Salamanca, tampoco quiero alejarme de este otro pequeño mundo. Es un mundo simple, en el que veo mas cosas negativas que positivas, pero en el fondo, le tengo cariño. Lo comparo a un campo lleno de malas hierbas, con sus espinas. Me topé con muchas de estas malas hierbas en mi camino que me hicieron daño con sus grandes espinas, hasta que un dia, me di cuenta, de que en lo mas profundo del campo, crecian unas pequeñas florecitas. Eran pocas, contadas con los dedos de la mano, pero eran tan bonitas y su olor tan agradable que
hicieron que mereciera la pena haber conocido todas aquellas malas hierbas anteriores. Asi pues, son esas florecitas las que hacen que tenga ganas de quedarme aquí, pues han pasado a formar parte de mi y las hecho mucho de menos cuando no estan. Me gustaria mucho poder arrancarlas de la tierra en la que viven, cuidadosamente y sin hacerles daño, para llevarlas conmigo a donde quiera que yo vaya, porque, tal vez sin proponerselo siquiera, consiguen que olvide todos mis problemas y me desinhiba completamente, sin complejos. Llenan mi vida de risa y hacen que esta sea mucho mas sencilla. Por otra parte esta Salamanca. Tan bonita y tan llena de vida. He conocido tantas cosas y he aprendido tanto de ella en tan solo un año. Tengo tantas ganas de volver y recuperar todo en el punto donde lo dejé, aunque mejorando ciertas cosas y cambiando otras. Cada mañana al despertar la busco y me doy cuenta de que no estoy con ella. Entonces trato de no pensar en ella para que no me duela tanto, porque tengo tantas ganas de sentirla a mi lado, de sentir su dulce abrazo. Espero que ella tambien a mi me esté esperando, que haya notado mi ausencia y esté ansiosa porque se produzca el reencuentro. Tengo tantas cosas que contarle y espero que me cuente tantas cosas, que no he podido olvidarla , que deseo tanto volver a ser feliz junto a ella, que las dos seamos uno de nuevo...
Recorrer todos sus rincones de nuevo, centímetro a centímetro, volver a pasear con ella de la mano por sus calles y sentir que no me ha olvidado, al igual que yo no la he olvidado a ella...